Hola a tod@s, soy Paco Aldarias, el pasado mes de agosto, tuve la grata sorpresa de recibir una llamada telefónica de nuestro profesor y por lo que se desprende de la lectura de vuestros mensajes “gran amigo” Diego Hurtado. Está claro que la amistad es una cosa que se cultiva con los años, no es que haya sido este el caso de haber mantenido una relación continuada tras finalizar los estudios, pero sino personalmente, si que por teléfono hemos mantenido cierta relación, sobre todo en los años que precedieron a la finalización de los estudios, lo que ha hecho que al menos en mi corazón haya quedado conservada la amistad de varias personas, de lo que me he dado cuenta tras el paso de los años, y si la memoria no me falla, Diego ha sido una de estas personas, que tras el paso de estos años ha sacado de ese “letargo” los recuerdos en este caso de mi juventud. Todo esto me lo confirma la letra de una sevillana que dice así:
La amistad es una cosa
que no se aprende
es una candelilla
que Dios enciende
Me parece por lo que he observado tras leer a lo largo de estos tres meses cada uno de los mensajes que habéis ido enviado, pertenecí a una de las promociones más veteranas, al menos de los que nos hemos comunicado por este medio, promoción de 1979/1981, no es que esta promoción fuera más corta en cuanto a cursos, sino que al igual que otro puñado de compañeros habíamos estudiando el 1º grado en el recién inaugurado centro de Baeza, curso que comenzamos en enero de 1977, lo que nos obligó a ir a clase incluso los sábados, aquello fue un primer contacto, aunque ya tuvimos profesores que nos iban haciendo ver lo que podíamos aprender en la Rama Administrativa y Comercial de la Formación Profesional, como fue en mi caso José María Hurtado, hermano de Diego Hurtado.
Desde aquí quiero romper una lanza a favor de “la formación profesional” pues no han sido pocos, los que con cierto desprecio calificaban a estos estudios, tratando de malos estudiantes, ineptos e incluso algún otro despreciable calificativo con el que nos trataban a los que decidimos realizarlos. Mi satisfacción de haberlos realizado la he obtenido a lo largo de los años, tras comprobar que algunos de mis compañeros de la antigua EGB que decidieron cursar estudios en el Instituto, e iniciar alguna carrera, con posterioridad han terminado trabajando en cosas que para nada tenía que ver con lo que habían estudiado. Hoy en Baeza aquel antiguo centro de FP, es el IES (Instituto de Enseñanza Secundaria) “Andrés de Vandelvira”, todavía hay quién lo llama FP y piensa que los estudios que allí se imparten son distintos a los del Instituto Santísima Trinidad, que lleva funcionando mucho años y emblemático de esta localidad.
He de decir que me llena de satisfacción compartir con todos vosotros “la intensidad” con que Diego impartía su materia, al igual que otros profesores, pero cierto es que con el paso de los años todos nos hemos alegrado de aquello, pues lo que aprendimos difícilmente se nos ha olvidado y sobre todo las puertas que nos abrió a nuestro tan ansiado futuro profesional, al menos así fue en mi caso y en el de bastantes compañeros que conozco, pero ha sido ese seguimiento que Diego nos ha ido llevando, tanto directa como indirectamente me consta, el que nos hace mantener viva la relación con él.
No quiero hacerme pesado, pero a medida que he empezado a escribir llegan cantidad de recuerdos que me gustaría dejar plasmados, pero supongo que este encuentro será una primera piedra y que tendremos oportunidad de aquí hasta el 30 de enero y después en otros posibles encuentros de poder continuar escribiendo y mantener vivo este contacto con la oportunidad que nos da la informática.
Algo que me ha agradado bastante, es que por medio de esta idea, una compañera y un compañero de mi promoción han vuelto a verse y a reavivar un rescoldo que ambos tenían en su corazón, por supuesto que no doy nombres para preservar su intimidad, ellos cuando lean estas líneas se reconocerán y el tiempo nos irá dando noticias, esto no ha sido una casualidad, pues yo por mi condición de cristiano no creo en las casualidades, sino en la providencia.
Hasta pronto, ya confirmaré mi asistencia dentro del plazo establecido, no lo hago todavía porque mi esposa aun no sabe si podrá acompañarme.
Y para ti Diego, un abrazo y gracias por haber iniciado este encuentro, estoy de acuerdo con que no quieras ser el protagonista, pero si el encuentro se anunciara con un cartel como hace ya algunos años se anunciaba el cine, tu nombre ocuparía todo el cartel.
Francisco Aldarias Moreno
953 742 752 – 619 034 518